Conflicto en NGS-Pilkington: “Hay que ir todos a una”. Entrevistamos a Juanfran, delegado de CGT

Entrevistamos a Juanfran, Delegado sindical de CGT en NGS-Pilkington, tras anunciar el Comité de Empresa que los directivos han anunciado el cierre de la planta de laminado de Puerto de Sagunto y su traslado a las plantas de Italia.

En los últimos meses hemos estado viendo que ha habido varias movilizaciones por parte de la plantilla de Pilkington en Puerto de Sagunto y comunicados por parte del Comité de Empresa acerca de la posibilidad de cierre de la planta de laminado ¿Nos puedes contar los motivos por los qué quieren cerrar la planta?

JuanFran: Los motivos son que dicen que laminado ya no es factible aquí, que tiene pérdidas y que por ello se deslocaliza la producción a Italia. Pero la línea va muy bien, va como un tiro, está sacando números como nunca ahora, todo lo que dicen sobre las pérdidas es mentira, son falsedades, todo para llevarse la producción a Italia, que es la cuna digamos de la empresa. Cuando empezó la fábrica en Italia tenía 6 o 7 hornos como los que tenemos nosotros de laminado, otros tantos de lunetas y otros de laterales. El motivo viene de ahí, pero no porque no tengamos faena.

En otra conversación nos comentaste que la fábrica se estaba quedando obsoleta, que la empresa no quería invertir en nuevas máquina e infraestructuras ¿puedes explicar más sobre el tema?

J: El caso es que los coches cada vez tienen más curvaturas y más tecnología, y eso requiere más prestaciones e instalaciones. Pero claro, nosotros faena sí que tenemos hasta 2024/25 con el estado actual de la planta. En ese sentido, se quedará obsoleta con el tiempo. Desde que se hizo la línea no se ha invertido en nada, y adaptarse a las nuevas necesidades requiere una inversión en hornos de otro tipo, para que se curve de otra manera el vidrio, por ejemplo.

¿Y por qué se quieren llevar la producción a Italia, tienen fábricas más modernas? ¿es más barata la producción?

J: No lo sabemos, porque justamente nosotros el vidrio que hacemos es para distribución nacional. Si trabajáramos para Alfa Romeo o para tal casa que está allí en Italia, aún. Pero nosotros justamente hacemos vidrio para la Seat de Martorell, para Ford de Almussafes y para Opel también hacemos algo. ¿Por qué se lo llevan allí? No sabemos, sueldos más bajos o ayudas económicas que les han aportado allí y aquí no tengamos. Todavía no nos han presentado nada, quieren presentarnos un ERE de extinción, no cerrarla. Pero no sabemos por qué, aquí hay faena y encima nacional. Nosotros tenemos unas líneas en las que hacemos parabrisas pelados y luego unas pequeñas líneas donde les ponemos los complementos. Lo que van a hacer es llevárselo a Italia, donde harán las lunas y después nos van a traer el producto de allí para ponerle los complementos y acabarlo aquí. Vamos, que lo podríamos estar haciendo nosotros todo el proceso.

En ese sentido, ¿Sólo se está planteando el cierre de la planta de laminado?

J: Solo cierra el horno de laminado, las líneas que conllevan las cámaras que hay que ponerle, o una pegatina que hay que ponerle en algunas zonas, todo eso se queda. Pero a la larga acabará cerrando todo, porque al final no es sostenible. Aquí no se va a quedar solo esas pequeñitas líneas. Al final una fábrica con su gasto de luz, gas, agua, etcétera No va a ser factible para los sueldos que se van a quedar aquí, aunque se quede menos gente. De aquí 4 o 5 años dirán esto no es rentable, que fuera, que quitan la fábrica y adiós muy buenas.

La última vez nos dijiste que estabais poniendo un colchón entre los trabajadores para evitar que la planta se cerrara y se modernizara. ¿Cómo ha quedado esa cuestión?

J: Eso se ha meneado por todos lados, inspectores de trabajo en Valencia, con la empresa mismo también. Cuando empezamos con la huelga el anterior año fue por esto. Ellos nos presentaron un proyecto de empezar a mirar placas solares, para que salga más rentable, o de aquí a 2025 un horno eléctrico para ahorrar dinero y demás. Pero todo se ha quedado en agua de borrajas, no han querido… Nosotros les dijimos de ayudar con las placas y tal, pero tenían que comprometerse con nosotros. Aquí tiene que haber un compromiso por parte de la empresa de una duración de 5, 10, 15, 20 años de estabilidad del empleo, lo que no se puede hacer es que nosotros recaudemos dinero y que el dinero, o bien no lo gasten o se lo lleven. Por ese lado pues sí que hemos intentado escoger y menearnos todo lo posible el Comité de Empresa y sacar todo lo que hemos podido por ahí, para que al final: nada. Esto quería decir con que la empresa nos está dando vueltas y quería cerrar la línea sin más negociación.

Les dijimos, “os aportamos un tanto por cien de las pagas extra de los trabajadores durante 3 años”. Hemos aportado un 50% el primer año, un 28% el segundo y un 15% el tercer año. Hemos ido de más a menos de la paga de Navidad y la paga de verano. Como no nos fiamos de ellos, dijimos que sí a 31 de enero del 2022 no se invertía en la línea de laminado, todo eso se tenía que devolver a los trabajadores. Menos mal que ahí por lo menos hicimos un buen acuerdo y lo cerramos bien, porque si no se hubieran llevado el dinero y no hubieran invertido. Era para que coger y que la multinacional viera aquí en Sagunto que teníamos muy buena fe para que siguiera la planta de laminado. Que por parte de los trabajadores vieran que no teníamos ganas de que esto lo cerraran. Aun así ha venido el director europeo y otro director de Italia para decirnos que se cerraba la planta de laminado.

Ante esta situación de un futuro incierto, los trabajadores de laminado ¿cómo estáis viviendo una situación? ¿Cómo se palpan los ánimos dentro de la plantilla?

J: Pues muy mal, porque aparte de que han dicho que van a cerrar, hay gente que se está yendo 10 días u 8 días todos los meses de ERTE. Sumando la parte de las pagas que le están quitando, hay gente que está pasándolo mal. En general, hay una pequeña esperanza, pero porque no se pierde, porque nos queremos menear. A ver si por algún lado pudiéramos hacer fuerza como en Nissan, que al final hicieron algo de fuerza. Esta fábrica es que también ha vivido mucho de subvenciones.

Antiguamente cuando era SIVESA, luego fue Pilkington y ahora NSG-Pilkington. Fue primero de italianos, luego pasó inglesa y ahora pasó a ser japonesa, pero al final la cuna es de Italia. Cuando la reconversión, en los altos hornos aquí en Sagunto, hubo una lucha muy grande, y se montaron varias empresas. Las empresas de Pilkington y Fertiberia se montaron a raíz de Altos Hornos y todos los trabajadores entraron en su día de un fondo que había. Siempre han estado pues los trabajadores aportando, han traído una línea nueva, nos hemos quitado la subida del IPC durante tanto tiempo. A ver si el Estado por lo menos lo frena, es para decirles, “Oye señores que el Estado os está ayudando con dinero todos estos años ¿y ahora os queréis llevar la fábrica?”.

Ante el anuncio de la empresa, ¿qué movilizaciones estáis planteando?

J: Pues estamos los 3 sindicatos CGT, UGT y CCOO mirando para el día 30 una movilización por el pueblo, lo más seguro que sea de este mes que viene (octubre). Nos hemos planteado hacer una manifestación aquí en el pueblo para coger y hacer un poco de fuerza y que tengan en cuenta que se está deslocalizando la fábrica. Aquí en el pueblo ya es la segunda empresa que están diciendo que van a cerrar, anteriormente fue BOSAL que era una de tubo de escape, y ahora está habiendo otro cierre de otra planta. Entonces un poco menear al pueblo y que vean también que esta zona está siendo castigada. Las manifestaciones las vamos a enfocar pues porque no deslocalicen, y que la gente vea que los que son de aquí van a tener que buscarse la vida en otro pueblo o en otra ciudad si esto va para delante.

Por otro lado, la huelga es un tema que está ahí en el aire, más que nada porque la tenemos que hacer bastante bien: porque hay departamentos que están en ERTE y otros que no. Entonces, hacer una huelga y que un departamento esté de ERTE y otro que no esté de ERTE no tiene sentido. Entonces van a intentar que por lo menos estemos todos trabajando para que afecte algo. Porque si estamos de ERTE y estamos de huelga no estamos haciendo nada, incluso le estás haciendo un favor a la empresa prácticamente. Veremos si para el mes que viene o el otro, a ver cómo cuadran los calendarios.

Por lo que has comentado, es el Comité de Empresa, formado por CGT, CCOO y UGT quien se está moviendo. ¿Se podría decir que hay unidad entre la plantilla y unidad sindical?

J: Sí, estamos todos en la misma línea, ya banderas sindicales y demás no hay ninguna. Hemos dicho que vamos todos a una para delante y que todo esto lo tenemos que sacar entre todos los trabajadores. O lo sacas así o no lo sacas. Cuando se ponen las cosas tan serias no puede ir cada uno por su lado: se tiene que ir todos a una y con la ayuda de todos los que se pueda.

Durante este conflicto, ¿qué apoyo habéis recibido de la administración, empezando por el ayuntamiento de Sagunto, y siguiendo por el gobierno de la Generalitat Valenciana o el nacional?

J: Pues mira, da la casualidad de que el padre del alcalde del pueblo, que no hace falta ni decir el partido o su signo político, trabajó en la empresa (Pilkington) y era, de hecho, compañero mío de mantenimiento. Es decir, este chaval ha nacido y ha comido de esta empresa. Y se puso en contacto con el jefe europeo de Pilkington (el hombre que vino a decirnos que la planta de laminado se cerraba) para hablar de tú a tú, pero le ha estado dando largas hasta el momento. Ayuda en ese sentido estamos teniendo, todos los partidos locales nos están echando una mano. Estuvimos en el Pleno del Ayuntamiento el otro día y nos dijeron que nos daban su apoyo para lo que hiciera falta.

A nivel de la Generalitat les hemos solicitado ya una reunión, pero aún no se ha dado. Vamos escalafón por escalafón, pasando por inspección de trabajo, ayuntamiento, Generalitat…

En Sagunto ya cerraron Bosal, ahora van a por Pilkinton. En el resto de la industria de España en los últimos años hemos visto cierres o amenazas de cierres en Vestas, Alcoa, Nissan, Airbus… Pero ya no sólo en el sector de la industria, vemos como se plantean grandes EREs en otros sectores como la telefonía (Vodafone, Telefónica), la banca (Caixabank, Banco Santander, BBVA), supermercados (Día), etc. Ante este panorama, ¿cuál consideras que es el futuro de la industria y la realidad laboral en España?

J: Parece que la industria no quiera trabajar aquí, porque se la están cargando. No sé si porque se ha llegado a nivel de sueldos en España que ya no están dispuestos a pagar y se llevan las empresas a países con condiciones más precarias. Y es a todos los niveles. Ahora porque están tocando la industria de la automoción, pero ves que están tocando todos los sectores. Al final vamos a ser todos albañiles y camareros, para que vengan aquí a disfrutar todos los demás.

Y vamos, lo que he dicho de que tenemos aquí sueldos elevados, tampoco es que tan elevados. Son sueldos para vivir y para pagar lo que necesitamos, la comida, la vivienda, la luz, el agua… No es porque queramos cobrar más que el resto de los países porque sí. Es que cada vez es más cara la luz, los pisos, los coches… Al final el sueldo de los trabajadores se adecúa a eso.

Y ¿qué pasa? Que el empresario lo que quiere es: ganar dinero. Y no ganan lo que quieren ganar. Si antes ganaban 2 millones o 4 millones, ahora “sólo” están ganando 1 millón de euros. Porque ellos nunca dejan de ganar. Y si es necesario llevarse la empresa a otros países donde paguen dos duros al trabajador, que el trabajador viva en una cabaña de paja o de madera, y que vaya con sandalias. Y que si va en bici o andando a trabajar, o no tiene para comer.

El movimiento sindical y obrero es siempre la primera línea de defensa frente a los ataques de la patronal. Bajo tu experiencia, ¿cómo ves la salud del movimiento obrero?

J: Por lo que estoy viendo en mi empresa y mi entorno, parece que la gente no tenga mucho espíritu de movilización. La gente está muy pausada, no se ve que tenga reivindicación por nada, ni tenga ganas de luchar. Parece que le quites las cosas y les da igual. Es como que ha habido una generación de trabajadores a los que se les ha dado todo hecho, se ha luchado mucho por ellos, sobre todo a los más jóvenes. En la empresa mía, por lo general, la gente joven de entre 20 y 30 años no se le ve con ganas de luchar ni nada. De hecho, la gente que está ahora movilizándose más es toda mayor de 40-50 años. El día de mañana ya veremos lo que les pasa a las generaciones futuras. Porque nos van comiendo terreno. Cuando quieran darse cuenta… igual ya se les habrá echado el agua encima.

Al final el modo de vida que estamos llevando, de móviles, televisión, consolas, el fútbol… tampoco ayuda. Antiguamente las cosas iban más cara a cara, la gente se informaba de otra manera. Hoy en día nos tienen absorbidos y cogidos con todo lo que he dicho. Y no vemos más allá del trabajo del día a día.

Te puedo contar una anécdota en este sentido. Mi padre, jubilado y con 74 años, está metido en los iaioflautas, y se van a Madrid a una manifestación por las pensiones. El hombre y sus compañeros están luchando por las pensiones de nosotros y de gente más joven. Porque la generación de mi padre ha estado luchando toda la vida. Y saben que, si no luchan, no les van a dar nada. La gente joven piensa que no va a pasar nada y que lo tiene todo hecho.

Como hemos visto, el panorama que nos espera es de más ataques por parte de los empresarios a los trabajadores. ¿Qué pueden hacer los trabajadores para luchar contra esta situación? ¿Tiene solución?

J: Lo único que podemos hacer es: los sindicatos y la gente que tengamos un poco más de ganas de trabajar y tirar para alante, convencer y hablar a la gente que no tiene ganas. Que o tiramos para alante o nadie nos va a solucionar la papeleta. Es lo único que veo.

Porque la gente no lee ya ni el periódico ni las noticias, o igual las oye de pasada. Pero la gente está con las redes sociales leyendo tonterías. Hay que hablar sobre todo con la gente joven y despertarla. Hay que intentar menearlos como sea.

A parte de los problemas que hemos visto a nivel laboral, ¿a qué otros grandes problemas consideras que se enfrenta la sociedad?

J: Yo lo que veo en el mundo en general es que se ha corrido mucho durante muchos años. El problema que está viniendo ahora (contaminación, la pandemia, consumismo excesivo, cierres de empresas…) es porque desde los años 60 se ha evolucionado tanto y corrido tanto que lo que se tenía que haber hecho en 200 años, se ha hecho en 50 años. Ahora los grandes poderes, los que nos tienen como marionetas, se están dando cuenta de que se les ha ido de las manos, que estamos creciendo mucho. Que se tiene que frenar de alguna manera (el consumo, la producción, etc.). Tanto coche, tanto avión, tanto barco… Al final, se quiere generar un consumismo, que hace que todo vaya a más, y comprar más y más. A nivel mundial se está yendo de las manos ese tema. Las cosas se compran para usar y tirar, no se valoran… Se está corriendo demasiado.