Entrevistamos a Vicente Vila, Carlos y Javi, representantes de los trabajadores en la planta de Arcelor-Mittal en Sagunt, por parte de CGT. En ella nos cuentan la situación de la empresa, su visión de los problemas del mundo, principales batallas de la clase obrera, etc.
Pregunta: Este último año y pocos meses, la pandemia ha golpeado en todo el mundo con fuerza. Ha sido un periodo muy duro para la población en general, y para la clase trabajadora en particular, tanto a nivel laboral, a nivel sanitario, socioeconómico, psicológico, etc. En este sentido, ¿Cómo ha cambiado el día a día en la empresa a raíz de la pandemia?
Javi: La visión que tengo es que se ha hecho todo más precario. Todos hemos ido aprendiendo sobre la pandemia, había mucho miedo en un principio y se tomaban medidas erróneas o insuficientes. Por ejemplo, en pleno auge de la pandemia no había mascarillas…
Carlos: Ni hidrogel… Un desastre.
Javi: Era un desastre porque a todo el mundo le pilló muy mal y muy poco preparado. Entonces, hemos ido aprendiendo sobre la experiencia, pero creo que ha habido un esfuerzo más por parte de los trabajadores que por parte de la empresa. Por ejemplo, hasta hace bien poco (marzo 2021), sólo podíamos optar a las mascarillas quirúrgicas, cuando se estaba diciendo “Oye, que nosotros tenemos un trabajo un poquito especial, que estamos dos personas en menos de dos metros… que necesitamos las FFPS2”.
Vila: El día a día de la empresa tampoco ha cambiado mucho, pero sí que es cierto ahora tienen otra excusa para poder decir que no tienen producción, que no pueden subir salarios, que no pueden dar beneficios sociales… Antes era la crisis del 2007-2008, ahora es la pandemia, luego será no sé qué… Al final, la empresa sigue su discurso sobre lo mal que van, pero en realidad no van tan mal… En cierto modo supongo que algunas las empresas habrán pasado por malos momentos, pero la nuestra tiene un colchón grande.
Carlos: Tienen otra excusa más que era la que les faltaba. Pero sí que están ganando dinero. La empresa ha amortizado deuda y ha repartido beneficios. El año pasado los CEOs se subieron un 40% el sueldo. Ojo, que con lo que se sube el CEO un 40%, creo que nos suben lo que no nos quieren pagar a toda la planta de Sagunto. O sea que son excusas, como siempre.
Pregunta: ¿Qué impacto está teniendo la pandemia sobre la plantilla? ¿Cuál es el estado de ánimo al respecto?
Vila: Según la dirección, no ha habido tantos contagios en la plantilla como podría haberse esperado. Hay que tener en cuenta que hemos trabajado desde marzo de 2020 hasta hoy (marzo 2021), parando como mucho 15 días. Y eso que al principio nos decían que nos laváramos las mascarillas porque no había de repuesto, no había hidrogel, no había guantes… te daban lo justo. Por eso la gente sí que está bastante molesta, por cómo se portó la dirección o la empresa con ellos. Luego la empresa te dice que, bueno, que tampoco pasó nada, que no se contagió tanta gente, que no pasó nada grave.
Además, lo que la empresa hizo es meternos en un sector esencial, buscando un resquicio para no cerrar, por un tipo de material que hicimos realmente en dos o tres turnos y no hicimos más. Sólo por eso ya éramos esenciales. Que la gente hubiera entendido que “Oye, que tenemos material de bidones, que es el que se usa para hacer las latas de conserva y cosas de esas, para tres días. Pues que venga un equipo y haga hoy por la mañana, mañana por la mañana, mañana por la tarde, y cuando lo acabe, ese equipo que se vaya, y los demás estamos encerrados en casa como todo el mundo.” Pero nos tenían ahí a todos, juntándonos en el vestuario; dos o tres tíos juntos, en unas salas grandes, pero todos juntos allí, sin mascarillas nuevas, que si se caían al suelo y te contestaban que te las lavaras porque no había más, o sea, un desastre. Entonces, la gente está bastante cabreada con cómo se portó la dirección.
Carlos: Y cuenta también que la empresa nos quiso meter el ERTE de fuerza mayor. Se lo tiró atrás la administración, y entonces, se hizo un ERTE estilo fuerza mayor, pero en vez de darnos el 65%, nos daban el 75%. Y aun así, la Audiencia Nacional se lo tiró para atrás otra vez. Pero lo han recurrido, eh. Ellos siguen encabezonados en no devolver el dinero, no aceptan la sentencia y recurren. Entonces, el cabreo de la gente es bastante gordo. Por ejemplo, en mi departamento hemos parado una semana. Yo creo que hice tres días de ERTE en toda la pandemia. Y que luego te vengan con eso de ¿¡ERTE de fuerza mayor!?
Vila: El tema es ese, que después de todo el esfuerzo que hicieron los trabajadores para salvar el flujo de materiales dentro de la empresa, el premio de la empresa fue ahora os voy a meter el ERTE de fuerza mayor, y ahora os jodo más.
Javi: Como ejemplo podríamos decir que hay cosas para las que no falta el dinero. Para los recursos, se ve que tiene que haber un bote, tamaño de barco. Porque vamos… han soltado dinero, y han perdido, siguen soltando dinero para recursos judiciales, saben que van a seguir perdiendo dinero, y no hay problema… Luego le pides 40 € al mes para un trabajador que se lo ha ganado o para una negociación de convenio y todo son problemas “Esto ni lo pongas encima de la mesa que ni lo vamos a hablar”. Y tú dices, pero bueno, ¿qué me están contando? ¿Hay falta de dinero o hay falta de honradez? Pues los hechos hablan por sí solos.
Pregunta: Ahora que la pandemia ha hecho que trabajar sea más peligroso, y el descanso sea de menos calidad, ¿la empresa ha tomado alguna medida concreta para compensar este empeoramiento?
Carlos: No.
Vila: Y de hecho lo que se ha fomentado mucho es el teletrabajo. Se estaba negociando su regulación en el acuerdo marco anterior, que se paralizó, y en el convenio este se tendrá que meter de alguna manera… Esta pandemia ha atropellado todos los acontecimientos, y ha impuesto el teletrabajo en oficinas y en los puestos como jefe de producción, de una manera que no es el teletrabajo. El teletrabajo no es que tú estés 24 horas disponible y trabajar los fines de semana, el teletrabajo es que tú tienes que conciliar tu vida familiar con tu vida laboral. Porque al final no te obligan, pero como no está regulado, te medio obligan. Cuando te envían un correo un domingo por la tarde, o un sábado por la tarde, con un problema, y no lo contestas, parece como que no estás trabajando. Al final, ha sido empeorar las condiciones de la empresa.
Vila: Incluso había gente que estando de ERTE estaba teletrabajando… tuvieron que mandar un correo para recordar a la gente que estando de ERTE era ilegal que teletrabajara Pero porque se ven forzados y la empresa tampoco hizo nada para decir “No, no, tú estás de ERTE, o tú estás teletrabajando, y hasta que se regule, tú estás de ocho a cinco y media, de ocho a cinco y media y se acabó. Tú tienes una hora para descansar…” Hasta ese punto. Yo supongo que en nuestra empresa habrá pasado algo parecido.
Carlos: Es que no les interesa regularlo. Porque es un chollo. A río revuelto, ganancia de pescador, como siempre.
Javi: Hasta que no se regule van a tirar mucho de teletrabajo. Tú piensa que, la dirección de los departamentos están frotándose las manos. Están diciendo madre mía, qué bien, que dure esto, que tarde lo máximo posible la legislación en aplicarse, y hasta que eso se apruebe te puedes tirar un año y pico.
Vila: De hecho, también, para el teletrabajo, muchos de los que se iban de la fábrica, se iban sin el ordenador de la fábrica, sino que usaban su ordenador personal para teletrabajar. Que eso tampoco es así. Te tienen que poner unos medios, te tienen que poner todo, o sea…
Carlos: Pero no, pones tu línea de internet, pones tu tiempo, pones tu teléfono, pones tu ordenador, pones todo, y encima disponibilidad 24 horas, 7 días a la semana.
Javi: Tú imagínate el ahorro de costes, que puede suponer a la empresa, tener una persona que está trabajando, y que encima, está ahorrándose un montón de dinero, porque no pone nada. Pues en esa situación estamos ahora mismo.
Pregunta: Respecto al trabajo sindical que desarrolláis, ¿cómo es vuestro día a día como representantes de los trabajadores? ¿Tenéis alguna reivindicación encima de la mesa?
Javi: Pues tenemos unas cuantas. Empezando por lo básico, mejorar temas ergonómicos en los puestos de trabajo, que no se están cumpliendo. De hecho, yo presenté una denuncia en Inspección de Trabajo para une evaluación ergonómica porque no se cumplen las necesidades mínimas. Nosotros llevamos al menos 20 años con unos riesgos posturales que no son aceptables y eso genera problemas de rodilla, problemas dorso-lumbares, etc. En 2008 se hizo una primera evaluación seria, en la que ya se decía eso, y nosotros hemos ido desde 2008 avisando a la empresa de qué es lo que podía hacer. Hemos ofrecido propuestas, hemos ofrecido alternativas… En la última hornada, hemos buscado planes alternativos ergonómicos que se han aplicado en otras plantas del grupo, como la de Asturias, donde había un estudio ergonómico muy válido. Allí decidieron mejorar la instalación y adaptarla al trabajador, y aquí han decidido, que nosotros nos adaptemos a la instalación, sí o sí. Y ante nuestras reclamaciones por escrito, por conversaciones, en los comités de seguridad… no nos han hecho caso. Lo de la inspección de trabajo es lo último que utilizamos, y solo llegamos a ese punto, cuando no nos hacen caso en ninguno de los demás. Eso está denunciado y estamos en espera de que nos resuelvan. La empresa en general dice que está estudiando nuestras propuestas o reclamaciones. Conocemos proyectos que se están estudiando desde el año 2012. ¿Nueve años después seguimos estudiando el proyecto y aún no hemos hecho nada? Pues en ese plan, imagínatelo todo.
Carlos: Por otro lado, está el tema del abuso con las cámaras de vigilancia. Te dicen que las cámaras son para el control de instalación, pero cuando ves la cámara te das cuenta dónde está la instalación y dónde la cabina donde está el operador, y dices: “Esto no apunta a la máquina”. A no ser que el operario sea una máquina también, que es lo que están grabando…
Javi: Las cámaras en teoría son para utilizarlas en analizar los procesos productivos, pero cuando haces un zoom y de repente, le metes el gran angular y resulta que estás viendo toda la nave, y el proceso productivo se queda tan pequeñito que dices, “Coño, ¿esto es lo que tengo que ver con esta cámara?” Entonces, pedimos que nos informaran de dónde se colocaban. Colocaban cámaras en puestos a rotación, es decir, hoy te la pongo aquí, pasado mañana te la pongo allí, en el otro día te la pongo allí, porque quiero vigilar si esto se hace o no se hace…
Vila: la mayoría de esas cámaras van por wifi, así que ellos las cogen, las colocan, las atornillan en un sitio, y luego, las dejan allí. Y luego, las colocan en otro sitio y ya está. De hecho, hablando del tema cámaras, hoy estaba en la línea de inspección y me comenta un compañero: “Tal, me acaba de llamar el jefe de fabricación, y me ha dicho si tienes un problema en la corta de bordes”, y le digo, “No, no, va todo bien” y me dice “Pues dale velocidad a la línea que vas muy despacio”. Desde su despacho. Y luego fui a hablar con él por otra cosa y tiene dos pantallas de ordenador, una que es donde tiene el correo y no sé qué, y luego otra, que es un panel que flipas, donde tiene las cámaras de toda la nave. Y están continuamente mirando a ver qué pasa y qué no pasa.
Por otro lado, nosotros (CGT) en particular, tenemos un juicio con la empresa aún, aplazado, sobre el tema del crédito sindical. Estamos mirando a ver si llegamos a un acuerdo con los demás sindicatos, y podemos trabajar como trabajábamos con su beneplácito, y entonces la empresa tendrá que aceptar que hay un acuerdo entre las secciones sindicales. Y si todo sale bien, pues bien, y si no, pues evidentemente, tendremos que llegar a juicio.
Pregunta: Relacionando con el tema anterior, con la pandemia, ¿esta situación os ha dificultado mucho el trabajo como representantes de los trabajadores?
Carlos: Mucho, sobre todo con las reuniones. Tú antes te podías reunir con la empresa cara a cara. Ahora, con la excusa del COVID te dan largas, porque dicen que hacerlo por streaming es muy complicado… Y todo lo alargan. Si antes todo era dilatado, ahora es más. Después, para nosotros es todo muy complicado para hacer una reunión por videoconferencia, cuando te cortan, te quitan…
Vila: O por audio conferencia que es peor. Porque no te ves ni la cara.
Carlos: Es muy difícil debatir así con alguien, responder algo… Aparte es que ellos te sacan un Word, que ya se han preparado, y te lo ponen ahí de imagen, y tú no puedes moverlo hacia atrás, no tienes esa información. Te lo mandan a casa y no tienes impresora en casa, ¿y cómo me lo imprimo?
Pregunta: ¿Y cómo ha afectado para estar en contacto con la plantilla?
Vila: Peor también. Porque al principio de la pandemia sí que es verdad que nosotros nos cortamos bastante en salir, en mezclarse y tal, porque era el miedo que había. Luego ya ves que con mascarilla y con distancias y tal puedes ir, pero aun así te ponen malas caras para lo que sea. Lo que pasó con vuestro periódico (El Altavoz), por ejemplo, que no pudimos repartirlo. Cosas así. Todo eso, pues siempre van poniendo dificultades.
Carlos: Y luego, con el último accidente mortal, ya se han puesto locos; y al poco tiempo tuvimos otro en Asturias, y ha sido la locura absoluta y total. Y ahora es estado demencial. No te dejan hace nada. “La normativa dice esto, no te vayas una coma, porque te voy a sancionar”. Eh, a ver, un segundo, esto se ha hecho así toda la vida, y ahora, “Búscate la vida y hazlo de otra forma”. Pero luego, cuando a la empresa le interesa, la normativa no existe o se mira para otro lado. Por ejemplo, tuvimos un atasco en tándem, no se podía hacer una maniobra. Pues no te preocupes, ellos dicen “Te quitamos los discos duros”, la cámara sigue estando, para que vea la maniobra, pero el disco duro no registra la maniobra. Y hacemos la maniobra de ilegal, para poder liberar el tren, y que lamine. Eso sí, si la hace un trabajador de una contrata, se puede ir seis meses a la calle, sin volver a planta y 3.000€ de multa. Entonces, hay un doble baremo… Esto ya va unido a COVID, a la mala leche, a que no tenemos convenio, que acaba este año, y no tenemos convenio. Las relaciones con la empresa están… Es un “suma y sigue”. Hay muy mal rollo.
Vila: Hablando de ese tema, dentro de fábrica hay unas normas que pone la empresa. Por ejemplo, de circulación, que tú tienes que ir con las luces del coche encendidas siempre o ir a una velocidad máxima, que será 30-40 km/h en función del sitio. Si nos paran a nosotros, nos ponen una amonestación en el portal del empleado y no pasa nada; si le paran a uno de contrata son 200€ que le quitan multan a la contrata y ésta se lo quita de la nómina al trabajador. Aparte, estas amonestaciones en principio son una chorrada y piensas que no van a ningún sitio. Pero mi impresión es son una contabilización, como una lista, y en el momento que alguien diga “Me hace falta que se despida a diez personas”, pues mira la lista y los que más amonestaciones tengan, por aquí corto y a la puta calle. ¿Y por qué? Pues porque tengo esta justificación. Esto va siempre a la larga. La empresa piensa siempre a largo plazo, y la forma de pensar que tenemos los trabajadores es a corto plazo, sobre qué pasará mañana, pasado, o este año, si firmo el convenio, y ya está. No, “si firmas el convenio ya está” no, te quedan muchos años.
Javi: Las amonestaciones siempre son para buscar un régimen sancionador. Quedan en un registro que tiene la empresa, para luego, si necesitan de ese registro, demostrar la conflictividad delante de un juez. Que los jueces puedan aprobar un posible despido disciplinario, que les sale muy barato a la empresa.
La empresa está muy por la labor de denunciar a alguien que va a 31km/h porque tienen un radar en el que se han gastado dinero, bueno… Pero no te preocupas en analizar una línea, una instalación, donde has reducido personal, donde has puesto distintas máquinas nuevas y por lo tanto, la ley obliga a que hagas una nueva evaluación. Ellos piensan “Tengo dinero si me puede caer una multa, y me sale más barato eso que contratar una empresa”. Pongo un ejemplo: cuando yo entré, el Departamento de Prevención tenía personal cualificado, tenía técnicos de prevención, técnicos superiores, especializados en determinadas áreas, y estábamos hablando de 40-50 personas en el departamento. Ahora son 12, de los cuales sólo 2 son técnicos de prevención, y antes había como 8-10. Tienen evaluaciones de riesgos que no han hecho desde 2009.
Vila: Lo que están haciendo es repartir el trabajo que tenían antes de prevención a cada jefe de departamento, darle el curso de prevención, y con eso, claro, si ponen a uno en cada departamento, se supone que tienen el servicio de prevención ya hecho. Pero claro, esa gente no es experta en prevención ni se dedica a eso. “No, yo no soy de prevención, yo soy el jefe de producción”. Si me das también formación de prevención, pues oye, pues de puta madre, pero no hago trabajo de prevención, hago trabajo de producción.
Javi: Un tío que se dedica 8 horas a producir, no es lo mismo que un tío que se dedica 8 horas a analizar riesgos.
Carlos: Cojo el puesto, lo troceo, lo menudeo, lo reparto entre el resto, y me he cargado un puesto. Por cinco turnos, son cinco personas que hay menos, pero el trabajo es el mismo. Lo que pasa, es que tú vas a hacer este poquito más, y al final, ese puesto lo han implosionado. Y tú vas más estresado, más agobiado, y así vas con todo. De hecho yo cuando entré éramos unos 1000-1200 (1500 con las contratas) y ahora somos 760 (900 con las contratas).
Vila: Cuando éramos 1200 y pico, el tándem producía 1000 toneladas al turno, y ahora somos 760, y el tándem produce 2000 toneladas. Por eso te digo que al final, que te digan que están mal, te lo puedes llegar a creer, pero no te lo puedes creer tanto.
Carlos: Hemos bajado en 20 años 500 puestos de trabajo, y la productividad es muchísimo mayor, pero no un poco eh, una burrada. Y luego nunca hay dinero.
Javi: El famoso donde antes había 3, ahora 2 te valen. ¿Y qué hay de los tiempos de descanso? Pues ya os apañaréis vosotros.
Pregunta: Y pasando a un terreno más amplio, ¿qué futuro le auguráis a la industria en España? ¿Qué retos y dificultades afrontan particularmente los trabajadores del sector industrial?
Javi: Yo pienso que una de las cosas que más va a producirse en estos próximos 5 años es la automatización de los procesos y la robotización masiva en todos los núcleos de producción. En cuanto a los trabajadores que van a ser necesarios van a ser precisamente los especializados en el mantenimiento de esa robotización y automatización.
Vila: Yo ya se lo digo a mis hijos, que el trabajo de producción, el manufacturero va a desaparecer. Mis hijos no van a trabajar de eso seguro. De hecho, el trabajo que ellos van a poder hacer ni está inventado aun. Va todo tan y tan rápido que nos va a atropellar, como el teletrabajo. Los trabajadores, y sobre todo la gente joven, deberíamos entender y prepararnos, porque no va a ser “Tienes una FP, o el Graduado o la ESO, y te metes a trabajar en tal sitio y vas poco a poco subiendo”. Eso no va a existir ya, prácticamente, va a desaparecer.
Hay que echar la vista a la industria del automóvil, que es todo robotizado. Que si bien sigue habiendo trabajo manual en montaje de piezas, puertas y tubos de escape, pero eso va a acabar desapareciendo. Por ejemplo, en la Ford cada vez menos concentración de trabajadores, y casi toda está con los ordenadores y moviendo ellos todos.
Carlos: Además, cuenta con que se quieren cargar el motor de combustión. El motor eléctrico es súper sencillo, uno en cada rueda, conectas, batería y a correr.
Javi: Dos empresas ya han anunciado, Renault es una de ellas, que pasan directamente al motor eléctrico. No va a haber ningún robot (ni trabajador) que monte tubos de escape. Por otro lado, estuve yendo para unas elecciones en una empresa de cerámica. Ahí, todas las baldosas la manejan unos robots que van con GPS. Tú ves a los trabajadores que están inspeccionando la baldosa, la calidad, pero eso proceso se automatiza, el robot está montándote un palé, otro robot te coge el palé, otro robot te empaqueta el palé y ese paquete plastificado ya lo tienes. En ese último proceso, no ha intervenido ningún humano.
Pregunta: En este sentido ¿pensáis que este proceso de automatización y robotización es positivo o negativo para los trabajadores?
Carlos: Negativo, porque destruye empleos.
Vila: Yo no lo tengo claro. Porque en realidad construye otro tipo de empleo, pero hay que estar más preparado.
Javi: Sí que va a haber mano de obra más especializada o al menos una demanda de ésta. Porque lo que está claro es que cuando tú destruyes un puesto de trabajo, si estás automatizando, puedes ser más productivo y a la vez puedes tener un coste menor, y con esos beneficios contratar a más trabajadores. Por lo que yo me he podido informar, está a la par. Si destruyes un puesto de trabajo por una parte, estás creando otro puesto por otra. Así ha sido los últimos 30 años.
Carlos: Pero ahora todo se acelera todo más, el pedal va más acelerado y cada vez vamos más rápido.
Javi: Lo que sí que está claro es que hay una deshumanización muy importante, porque cada vez las personas (en el puesto de trabajo) estás más alejadas unas de otras; y aquello de la “colla” en la que confiabas porque eran compañeros de fatigas y de esfuerzos, cada vez va a menos. Yo a mi compañero lo tengo a 30-40 metros. Eso es una deshumanización, te sientes más solo.
Pregunta: En cuanto a la clase trabajadora en general, ¿en qué estado pensáis que se encuentra el movimiento obrero y la conciencia de clase ahora mismo en España?
Carlos: Mal, ya te lo digo, fatal.
Javi: Te digo, yo he visto cómo se quemaban a los furgones de la policía en los años 80…
Vila: … y como se paseaba al director general de fábrica… cuando la reconversión, con un ataúd para “enterrarlo”. Aquí se ha sido muy bruto. Se le empujaba con el ataúd al lado, con su foto. Como una procesión. Lo que pasó en la Pilkington aquí hace poco, eso no era nada comparado a lo que se hacía. Eran otros tiempos, todo eso ha desaparecido. Afortunadamente o desafortunadamente, porque esa violencia tampoco es que sea muy buena, pero eso de decir “paramos la fábrica” y todo el mundo para la fábrica, y se acabó, nadie dice nada. Eso no existe ya.
Javi: … y sin WhatsApp, sin teléfono móvil,… ¿cómo lo hacíamos entonces? Antes, con el boca a boca en la empresa, en 3 minutos se convocaba, no podía ser de otra manera.
Vila: Antes hacíamos esto de “la marxeta” para protestar (lo que ahora se llama “calidad total, seguridad total”), con lo que se baja la producción sin llegar a ser una huelga. Una mañana, el Comité de Empresa discutió con la empresa y empezaron a llamar (por teléfono fijo del departamento) de capado diciendo “Oye, hemos tenido una discusión con la empresa, marxeta”, y enseguida todos bajaban el ritmo. De ahí al siguiente departamento, a los que llamaban a la marxeta. Nuestro departamento es el último. A nosotros nos avisaron para hacer las marxeta y a los 5 minutos nos llamaron otra vez para decir que estaba todo arreglado. En media hora se solucionó el problema con la empresa. Pero toda la empresa paró, bajó la velocidad, y se acabó. Lo bueno que tenía la marxeta, es que tú sigues trabajando, te siguen pagando, y en vez de sacar 100, sacas 10.
Javi: Estamos hablando de que entonces era una planta única, no pertenecía a un grupo multinacional, esto era “Altos Hornos del Mediterráneo”, por ahí estaba “Altos Hornos de Vizcaya”… Luego, cuando nosotros llegamos, empezó la fusión de grupos, etc. Eso, lo ha desvirtuado mucho. Los trabajadores empezaron a tener más miedo ahí. Uno de los daños más fuertes fue cuando aprobaron la ley de las ETTs. Ves cómo cambia todo. El miedo de “Hoy trabajo, mañana no sé”. La incertidumbre que da eso. La gente que ha estado trabajando, como los de Serpusa, 8-10-15 años… sin saber si al día siguiente iban a trabajar, si los mandan para casa, y si no vienen sábado y domingo saben que no cobran. Esto es una desvirtuación del tema laboral total.
Vila: Y en cuanto a la conciencia sindical, vamos, cero. Es un desastre.
Carlos: Sólo tienes que ver la cantidad de curritos que votan a partidos muy liberales o de extremaderecha. El señorito entiendo que quiera defender su territorio, el jefe de su planta o el director dicen “Oye, me viene de puta madre”. Pero tú estás currando, y ese partido está defendiendo que no haya convenios. ¿Tú has leído su programa? Ostias. Y lo votas. Claro, dile a ese tío que haga huelga. Y cuando le viene el palo, vienen y te dicen “es que no hacéis nada”. Y que les dices…
Javi: Antes había más conciencia de grupo.
Carlos: Aparte, están los sindicatos mayoritarios que llevan haciendo un mal sindicalismo, desde mi punto de vista, durante muchos años. Cuando yo era pequeño, las huelgas generales eran casi año sí, año también…
Vila: Eso ha cambiado con las personas. Cuando yo entré aquí, hasta hace 3 días, CCOO tenía mayoría absoluta, y hacía lo que le salía de “ahí”. Y el Comité del 2000, 2002, 2004, eso era un Comité como dios manda. Que luego tendrían sus chanchullos, pero le decían a la empresa “se acabó”, y se acabó.
Javi: Ibas a una asamblea, y parecía que te ibas a una reunión del ejército. Cuando se aprobada una medida, se levantaban los brazos y se oía lo mismo que una marcha marcial. “Votos a favor” y oías el frmm!, de los brazos subiendo…
Vila: … pero de la cantidad de gente que había… Éramos 200-300 personas en una asamblea, en el turno de la mañana, y 200-300 en el turno de tarde.
Carlos: Y más…Yo me acuerdo de que ibas a una asamblea y no te podías ni sentar. Habría 400 personas. Había gente que se tenía que sentar en los muretes de las ventanas. Ahora haces una asamblea, y van 60, entre los dos turnos. De 760 trabajadores… y dices, ¿qué vas a mover?
Javi: ¿Qué conciencia hay ahí? Todo el mundo que tiene que si las hipotecas, que si comprarse un coche de 50.000 euros para pagar en 9 años. Y luego qué poder de reivindicación tienes tú cuando estás pillado y atrapado por todos los préstamos que tienes. Eso paraliza a una persona para ser reivindicativa.
Carlos: Dicen “Es que yo no puedo hacer huelga que no llego a final de mes”. Han venido tanto lo de que hay que hipotecarse y meterse en préstamos que… mucha gente quiere vivir a un nivel que no es su nivel. Tú eres obrero, puedes vivir bien, no te falta comida, tienes tu televisor, tienes un coche para ir a trabajar, puedes irte de vacaciones. Pero no eres rico, no estás para llevar un cochazo de 60.000 pavos y unas vacaciones todos los años en Cancún.
Pregunta: ¿Cuáles creéis que serán los grandes caballos de batalla de la lucha obrera en España en los próximos años? Las reivindicaciones generales más importantes, los principales retos…
Carlos: La concienciación social, si la gente no tiene concienciación social les va a dar lo mismo.
Javi: A otro nivel, una batalla por la prevención, es algo importante. Porque ganas mucho. El tema de la salud, los servicios de prevención, seguridad, higiene, todo eso en España no hay conciencia. En comparación con Alemania, estamos a 15-20 años de ellos. No hay una conciencia de que esto tenga que ser importante, cuando lo es.
Vila: No lo ven necesario. La mayoría de trabajadores con llegar a final de mes estamos tranquilos. Y al final miran solo al corto plazo, llegar bien mes a mes, y ya veremos en el futuro. Y las empresas miran a largo plazo, a muy largo plazo. Y ahí nos tienen ganada la batalla a los trabajadores. Tenemos que centrarnos en mirar a lo lejos, porque cuando ellos mueven una pieza aquí, no es que la muevan y ya está, sino porque están planificando que tiene que llegar hasta allá. Hay que mirar más lejos y sin prisas. Y trabajar sin prisas hasta que llega. Y luego si derogáramos la Reforma Laboral ya…
Javi: la primera vez que oí hablar de derogar la Reforma Laboral, ya han pasado 4-5 años… que fue al poquito de aprobarla…
Pregunta: Además de la pandemia, ¿cuáles creéis que son los principales problemas que atraviesa el mundo?
Javi: Uno de los problemas más graves es el control de los medios por parte de las fortunas o de grandes grupos económicos. Todos promocionan un sentido para llevarnos como borregos en una dirección. En el caso de España, de las 6 televisiones están controladas por 2 grupos que reparten esa información, no hay más. Todos están intentando marear con programas tipo Sálvame o La isla de las tentaciones, y que ese despiste general no te hace ver lo que realmente es importante: el futuro de tus hijos y cómo van a estar. Eso es lo que me preocupa a mí.
Carlos: Incluso en los telediarios, están dirigidos a “Te informo de esta pequeña parte, pero de todo esto otro no te digo nada”.
Vila: Y si no me gusta como informas, te vas a la calle.
Carlos: Otro problema importante es la contaminación. Tenemos un problema muy serio, que a ver cómo se resuelve.
Vila: Esto va relacionado también con las grandes compañías.
Javi: Claro, por ejemplo a las grandes petroleras no les interesa hacer nada, quieren seguir ganando dinero. El tema eléctrico para ellos es un tostón. Todos los grandes poderes fácticos lo tienen bien montado, y nosotros en esa batalla o tenemos conciencia individual y de grupo, o lo tendremos muy mal.
Pregunta: ¿Por dónde creéis que podría ir la solución para esos problemas? ¿Qué papel creéis que debe jugar la clase trabajadora en su resolución?
Javi: Yo creo que tiene que haber…, no sé cuándo se producirá ni si yo lo voy a ver, alguna implosión dentro de la juventud, que sea crítica, que estén tan oprimidos, que un día digan “basta y ahora nos vamos a organizar con todas las herramientas que tuvieron nuestros padres”, y a partir de ahí, generar un movimiento, no sé cómo sería ese movimiento, en el mundo laboral, que sea determinante. Porque si no… la pérdida de derechos va a ser, paulatina y continua en el tiempo.
Vila: Como Javi ha dicho, la única solución es que se forme un movimiento no sé si espontáneo…
Carlos: Y hay que echarle narices. Que hay mucha gente que se achanta muy rápido. Por ejemplo, como hicieron en la huelga de la Canadiense, porque estaban en un situación insostenible. De momento la gente aquí llega a final de mes,… hasta que no se vea la gente muy mal, no van a hacer nada.
Vila: La gente tiene que perder el miedo a la empresa y a sus represalias.
Javi: Y todo esto pasa por la educación, de los jóvenes, de nuestros hijos,… Me invitaron para dar unas charlas en un instituto de FP y fueron muy amenas. Porque los jóvenes de 17-19 años, tienen hambre de saber. Les conté lo que me encuentro día a día, de cómo está el mundo laboral. El mundo laboral es un ogro, y tú o vas bien preparado con tu armadura y tus conocimientos, y tus ideas bien forjadas, o ese ogro te come, te puede destruir mental y físicamente. A partir de ahí, empezaron a preguntar, a tener una curiosidad sana. Es mucho esfuerzo el que hay que dedicar a la educación para que se empiece a tener conciencia de lo que se van a encontrar.