El pasado viernes 4 de diciembre la directiva de Indalva S.L. anunció un segundo ERTE alegando incertidumbre económica de cara al año 2021, sumado a una acumulación de stock generado durante el año 2020. Este ERTE viene a ser la prolongación del ERTE aprobado en marzo de este mismo año tras la prohibición de la fabricación y utilización del insecticida clorpirifos. En este caso, la medida adoptada por la empresa es la misma que la del primer ERTE: la suspensión temporal de 18 puestos de trabajo durante 12 meses.
Desde marzo hasta hoy, este período ha traído grandes dificultades para los trabajadores y sus familias, que no sólo han sufrido una reducción significativa de sus ingresos sino que además han tenido que sufrir la incertidumbre producida por el retraso de los pagos y la falta de soluciones por parte de la dirección y administraciones como el SEPE. Ahora, estos mismos trabajadores, que ya vienen arrastrando una situación de precariedad desde hace meses, se encuentran con que la empresa lo único que pone sobre la mesa es que la situación de los trabajadores afectados siga prolongándose en el tiempo.
El objetivo: garantizar el futuro del negocio
Esta precariedad e incertidumbre a la que se ven abocados los trabajadores en situación de ERTE contrasta con la situación de los directivos de las empresas quienes, apoyándose en la legislación vigente, pueden llevar a cabo este tipo de medidas para garantizar el futuro de sus negocios. Así, este ERTE ejemplifica la lógica comúnmente empleada por los empresarios de recortar o ampliar gastos en mano de obra en función de sus necesidades económicas, quedando los trabajadores a merced de los intereses de las empresas.
El caso de Indalva S.L. no es ajeno a esta lógica. Según fuentes sindicales, lejos de ser los trabajadores los responsables de la sobreproducción, “la propia dirección de la empresa reconoció a mediados de año estar interesada en mantener cierto nivel de stock para satisfacer posibles picos de demanda”. De este modo, la necesidad de una PyME como Indalva S.L. de competir con otros pequeños productores por ser ‘el más atractivo’ para las grandes multinacionales, lleva a sus propietarios a aplicar ajustes de todo tipo con el fin de alcanzar sus objetivos empresariales.
Los trabajadores recurren a la manifestación contra el ERTE
Según trasladan desde CCOO, sindicato mayoritario en la empresa: “los jefes verán acabar 2020 sin tener que preguntarse si en 2021 podrán llegar a fin de mes o qué será de ellos en el futuro”. En consecuencia, este ERTE ha causado el rechazo mayoritario de los trabajadores de Indalva y sus representantes sindicales, motivo por el cual han convocado una manifestación en las puertas de la fábrica, situada junto a la urbanización de Montepinar en Orihuela, para el martes 22 de diciembre a las 14:00h.