Puedes leer el documento congresual íntegro en el siguiente enlace: Nuestra línea política. Estrategia y táctica – Documentos III Congreso PRT (Documento completo)
Tras nuestra lucha de líneas en el seno del partido, en el Congreso no sólo se afirmó nuestra ideología, sino que desde ésta reflexionamos, revaluamos y desarrollamos nuestra línea política. Entendemos que estamos en una situación donde el capitalismo explota cada vez más a las amplias masas, pero que éstas tienen un grado alto de desorganización en las luchas sociales y existe un movimiento comunista débil a nivel ideológico, político y organizativo. En esta situación, todo revolucionario o persona crítica con el capitalismo se pregunta cuál es el camino que seguir. Somos conscientes de que nosotros somos un partido joven y pequeño, y que no tenemos todas las respuestas, pero os ofrecemos nuestras reflexiones y posturas al respecto, esperando que puedan ser útiles a todo aquel militante o activista que se plantee la construcción de un mundo nuevo.
Así pues, nuestra tercera postura congresual es la relativa a nuestra línea política, que versa sobre cuatro puntos: la forma que tomará la revolución en España; las experiencias de las revoluciones pasadas en nuestro país -la Revolución de Asturias y la Guerra Popular Antifascista- de las que extraemos enseñanzas; el significado de la reconstitución del Partido Comunista y su posición central en la estrategia revolucionaria y, finalmente, acerca de cuáles son las condiciones en los países imperialistas para desatar una revolución y cuáles son, en concreto, las de España.
Como hemos analizado en el documento anterior, España es un país imperialista de segundo orden, por lo tanto, al no existir tareas democráticas por resolver o una subyugación hacia potencias imperialistas, la forma que tomará la revolución será la forma de revolución socialista. Para llevar a cabo esta revolución, es necesario desarrollar los tres instrumentos del proletariado: el Partido Comunista, el Frente Unido y el Ejército del pueblo.
- El Partido Comunista es el destacamento que organiza a los sectores más bregados y conscientes de la clase obrera, que tiene el potencial para iniciar y liderar la revolución. Actualmente, no consideramos que este partido esté reconstituido en España, por esto hablamos de un proceso de reconstitución. Esta reconstitución no se basa en una unión de destacamentos con una teórica unidad ideológica, sino que se reconstituye al poner en el frente el desarrollo de una línea ideológica y política revolucionaria al calor de la lucha de clases que aglutine a los elementos más avanzados.
- El Frente Unido estratégico es la unidad en base a la acción política de las clases revolucionarias, organizadas para la toma del poder y la consolidación de éste. En resumidas palabras, es la organización de las masas para la revolución. En el caso español, el núcleo central del Frente Unido será la unidad obrera, ya que es ésta la clase revolucionaria que arrastrará a aquellas que tengan una posición aliada. Tiene que mantener el avance la política revolucionaria y la consolidación del Poder obrero.
- El Ejército Rojo se rige históricamente por la dirección ideológica y política del Partido. Está compuesto principalmente por la clase obrera además de otras clases populares y dista de un ejército burgués burocrático ya que tiene también como objetivo la movilización, instrucción y educación política de las masas allí donde esté operativo.
Atendiendo a estos hechos, la clase que deberá liderar dicha revolución va a ser el proletariado, en alianza con los demás sectores oprimidos. El proletariado ocupa una posición estratégica clave en el sistema productivo español. La clase trabajadora en general hace funcionar el mundo con su trabajo, es la que tiene la posibilidad de pararlo todo y es la que sabe hacerlo todo, pero la clase obrera productiva es la que produce las mercancías y servicios de donde se extrae plusvalía, donde se genera el valor y la riqueza que se reparte sobre otros sectores no productivos. Es por tanto quien tiene la ventaja para tomar la iniciativa y ejercer de locomotora del resto de la clase trabajadora. No es casualidad que la mayoría de las luchas de los trabajadores no productivos tengan menos fuerza, masividad, duración y resultados que la de la clase obrera productiva. En este documento que os adjuntamos, veremos cómo opera exactamente esta posición de cara a la estrategia revolucionaria.
Por otra parte, teniendo en cuenta lo anterior, el primer golpe estratégico es la reconstitución del Partido Comunista. Como hemos mencionado en otras ocasiones, el Partido Comunista en España dista de ser una realidad. Nos encontramos en las primeras etapas de reconstitución y, uno de los primeros pasos, es señalar su importancia y no entender el proceso de reconstitución como una consigna abstracta. Ante esta cuestión, nuestra posición es la siguiente:
El Partido Comunista es aquel que está preparado para iniciar una revolución, es decir, tiene la suficiente implementación entre las masas y, a partir de sus luchas y movimientos, ha empezado a construir interrelacionalmente los tres instrumentos de la revolución. La reconstitución no es una suma de reuniones bilaterales entre antirrevisionistas, sino que el primer punto es el rearme ideológico.
Actualmente, un partido que pretenda realizar la revolución debe ser Marxista-Leninista-Maoísta como tercera y superior etapa de la ciencia revolucionaria, validada por las experiencias revolucionarias del movimiento comunista internacional desde la ruptura con el revisionismo moderno. Al ser la ideología un aspecto principal, es necesario un estudio constante del maoísmo y de todas aquellas experiencias revolucionarias que han ido sucediendo, para afinar y contrastar nuestra línea política.
Así mismo, afirmamos con rotundidad que no entendemos el desarrollo teórico como algo alejado de la práctica, sino que es a través de ésta donde se fortalece la ideología en la política. Sin la práctica, sin la ambición de participar de forma activa en la lucha de clases, sin caminar de forma constante hacia este objetivo, no seremos más que charlatanes sin capacidad de “fusionar el socialismo científico con el movimiento obrero”. Dentro de esta lucha de clases, nuestro papel es impulsar una línea combativa y de clase, que empuje a las masas a luchar más y mejor, aprovechando esta lucha para aprender de las masas y para que las ideas comunistas puedan tener un calado real entre ellas.
Aun así, somos conscientes de que, en un momento en el que el movimiento comunista de España (MCE) está en un estado de debilidad, es importante llevar también una lucha de líneas.
En el caso del Partido Revolucionario de los Trabajadores, la adopción del maoísmo se dio mediante una lucha líneas en el seno de la organización, habiendo involucrado en las últimas etapas de ésta a las masas avanzadas ideológicamente afines a nosotros. Es por esto que, partiendo del punto en el que estamos ahora, la lucha de líneas no sólo debe llevarse internamente, sino que debe darse en el movimiento comunista, acercando a aquellos más avanzados y haciendo frente a los revisionistas. A pesar de todo, el Movimiento Comunista en España es débil y deberemos prestar especial atención a las contradicciones en el seno del pueblo.
Finalmente, la última resolución pone en el centro cómo será esta revolución en un país como el nuestro. El Marxismo-Leninismo-Maoísmo nos aporta uno de los pilares fundamentales de la estrategia revolucionaria, sintetizando la experiencia bolchevique y otras experiencias revolucionarias universales, como es la guerra popular prolongada. Defendemos que se trata de una contribución universal para los revolucionarios.
Se trata de una guerra revolucionara de las masas oprimidas lideradas por el Partido Comunista, cuya estrategia es la conservación de las propias fuerzas y la destrucción de las fuerzas enemigas. En las semicolonias, la forma principal de guerra popular la de cercar las ciudades desde el campo. Es decir, se arma primero al campesinado y se establecen ahí las bases de apoyo, mientras que el trabajo urbano que se desempeña tiene como objetivo forzar la insurrección en las ciudades. En el caso de los países imperialistas, el centro de la guerra se desplaza a las ciudades pequeñas, medianas y grandes, donde el proletariado como fuerza motriz y dirigente tiene más fuerza, donde puede desarrollar su poder revolucionario y preparar la insurrección general.
En el caso de los países imperialistas, el control de la producción que pueda llegar a tener la clase obrera será un factor determinante: la clase obrera es capaz de usar la producción para su autodefensa, incluso en la propia lucha por reformas, como fue el caso de la huelga minera en Asturias de 2012. Así pues, como comunistas, el objetivo del partido reconstituido es tener la capacidad no sólo de organizar a la clase obrera, sino de convertir las luchas de masas, con todo el conocimiento que aglutinan, en luchas revolucionarias.
Puedes leer el documento congresual íntegro en el siguiente enlace: Nuestra línea política. Estrategia y táctica – Documentos III Congreso PRT (Documento completo)